Por Alma Soto
El 28 de abril me diagnosticaron cáncer de seno, un tumor de 6mm pequeño pero ya estaba afectando vasos por lo que la única opción era la mastectomía radical y quimioterapia. Solo puedo describir la sensación de recibir ese diagnóstico es como un golpe en el estómago que te deja sin aliento. Afortunadamente, a partir de ahí todas las cosas fueron fluyendo y en todo momento me sentí bendecida .
Desde hace muchos años practico deporte así que los días antes de mi operación no falte un solo día a correr, me preparé como si fuera a correr un maratón tanto en el ejercicio como en mi dieta, deje las harinas, azúcares y conservadores. Llegado el día de la cirugía me fue muy bien, tuve la fortuna de contar con excelentes médicos y aunque encontraron metástasis en uno de mis ganglios; que no había aparecido en la biopsia, la operación fue un éxito; me retiraron la glándula mamaria, los ganglios y me colocaron bajo el músculo un expansor de piel para terminando la quimio y la radio poder realizar la reconstrucción.
Mi recuperación fue muy rápida y en ningún momento sentí dolor. Posteriormente me dieron 8 ciclos de quimioterapia de los que puedo decir los más duros fueron el primero y el quinto.
En el primero saliendo me sentí completamente sin fuerza y al día 13 empecé a perder el cabello, creo que es una de las partes más dolorosas, el ver cómo se va cayendo por mechones el cabello, lo lloré una semana y después me puse a buscar en internet ideas para verme mejor porque mi vida de ir a trabajar tenía que continuar. Fue entonces, que en Youtube encontré a varias mujeres que te dan consejos de maquillaje, porque igual perdí las cejas y las pestañas, te enseñan cómo combinar un turbante con un sombrero Panamá y resaltarlo con aretes largos y también encontré en Amazon unos gorros oncológicos para tomar la decisión de raparme completamente; tomar el control y liberarme de esa angustia de ver caer el cabello.
Otra cosa que me ayudó muchísimo
fue tatuarme las cejas antes de iniciar todo el proceso. La quinta quimioterapia también fue difícil por el cambio de medicamento pero con la guía de mi doctora y una buena nutrición logré
pasarla mejor las últimas tres quimios. Actualmente me falta pasar por 15 radioterapias pero todos me dicen que lo más difícil ya pasó. A todas las personas que estén pasando por esto solo me queda decir que es un proceso de mucho aprendizaje, no es fácil pero ayuda muchísimo la fe en Dios o en el poder supremo, aceptar y dejar de pelear con los síntomas aún en los días malos , agradecer porque a pesar de todo, lo que esta enfermedad trae, es un momento de amor de mí para mí, que representa cuidar mi cuerpo, mi mente y mi espíritu, agradecer por el amor de mi familia y amigos.
Dios nos bendiga y acompañe a todos y todas las que estemos pasando por este proceso.
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